​1er Domingo de Adviento
El Adviento es la espera alegre y activa de la preparación a la Navidad; donde celebramos el nacimiento del Salvador. Nos preparamos para recibir al Señor en gozo y acción. El Señor que viene nos invita a salir a abrir la puerta para ver más allá de nuestra propia realidad. “Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que Dios le pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio. La alegría del Evangelio que llena la vida de la comunidad de discípulos es la alegría misionera” (Papa Francisco). Estas palabras del Papa Francisco no están pasadas de moda, son activas para todos nosotros especialmente en este primer Domingo de Adviento.
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En medio de todo lo que vivimos en la sociedad en este tiempo, la invitación continua a seguir acogiendo y consolando, en lo que se puede, al inmigrante y al que sufre toda clase de violencia. Crear nuevas posibilidades para despertar alegría en los corazones dormidos. El Evangelio nos advierte: “Estén preparados y vigilando, porque no saben cuándo llegará ese momento…estén despiertos” (Marcos 13,33-37). Hay que abrir bien los ojos para descubrir dónde está el Señor, porque no es fácil verlo. ¿Cuáles actitudes debemos poner en práctica en este Adviento? La confianza, la vigilancia, la hospitalidad y la esperanza. ¿Y tú, cuál otra actitud agregarías?
©LPi