​La Sagrada Familia
Como familias de fe, siempre debemos de estar abriendo caminos de esperanza, amor y paz entre nuestros miembros de la familia. Vivimos nuestra realidad con gran confianza en Dios. Luchamos cada día por ser mejores, por mantener viva la fe que nuestros padres nos han heredado. La liturgia de hoy nos dice que la Sagrada Familia de Nazaret vivió de manera sencilla, cumpliendo con sus deberes religiosos y civiles, pero siempre confiando en Dios. “Una vez que cumplieron todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño crecía y se desarrollaba lleno de sabiduría, y la gracia de Dios permanecía con él (Lucas 2,39-40). Si el amor, el respeto y la comprensión están presente en la familia, los niños crecen en sabiduría y gracia. ¿Cómo está mi familia en términos de escucha y acompañamiento?
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“En cada familia hay problemas, y a veces también se discute. Padre me he peleado…; somos humanos, somos débiles, y todos tenemos a veces este hecho de que peleamos en la familia. Os diré una cosa: si nos peleamos en familia, que no termine el día sin hacer las paces. Si, he discutido, pero antes que termine el día, haz las paces. Y sabes ¿por qué? Porque la guerra fría del día siguiente es muy peligrosa. No ayuda. Y luego, en la familia hay tres palabras, tres palabras que hay que custodiar siempre: Permiso, gracias, perdón (Papa Francisco 12/27/2020). ¿Qué debo trabajar en mi familia para vivir en armonía?
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